Por Miguel Florentino Jiménez
Desde la niñez hemos escuchado la palabra líder, pero es al pasar de los años que realmente sabemos su significado, aprendimos que para ser un verdadero líder en cualquier área hay que tener muchas cualidades y valores a las cuales llamamos condiciones.
Como ciudadanos debemos entender la verdadera definición de un líder, pues mal utilizamos este concepto especialmente en el ámbito político.
Las personas que utilizan malas prácticas para lograr una posición política, valiéndose de todas las artimañas posibles, que fomenta el chisme, la manipulación y la discordia, no debe llamársele líder político.
Es tiempo de poner cada cosa en su lugar, las personas que utilizan esas prácticas antes mencionadas son FALSOS LÍDERES.
Otra distorsión de lo que es un líder político es cuando se utiliza las funciones públicas y los recursos del estado para lograr comprar la conciencia de las personas. Esta es la práctica más común en nuestro país, cuando un político dominicano tiene un lapicero en las manos lo utiliza mayormente para creerse que todo lo puede hacer y lo cataloguen como un líder.
Les recomendamos a los ciudadanos dominicanos observar el comportamiento de nuestros políticos, no en tiempo de campaña, pues en ese tiempo salen a las calles con un manto de demagogia y una falsa humildad. Observemos su trayectoria y su accionar fuera de las campañas, ahí sabremos quienes son los verdaderos líderes.
El autor es: Abogado, articulista y comentarista de radio y televisión
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